La idea de los alimentos transgénicos responde a intereses del negocio capitalista y no a solucionar el problema del hambre en el planeta, como originalmente fue vendida al mundo. Así lo expresó este martes el especialista en ecología, Saúl Flores.
“La biotecnología en manos de las grandes corporaciones de alimentos se ha convertido en un negocio que atiende a las necesidades del capitalismo”, dijo el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) durante una entrevista concedida al espacio Contraste difundido por Venezolana de Televisión.
Al respecto, señaló que hasta la fecha se ha demostrado que los transgénicos no son más productivos ni más rendidores que los cultivos tradicionales, lo cual es evidente porque la problemática del hambre no se ha solucionado.
Agregó que en países africanos donde la hambruna azota sus poblaciones no pueden consumir estos alimentos que son generados por corporaciones transnacionales. “¿Usted cree que Monsanto o Du Pont van allá a regalarles la semilla?, mentira, ese es un gran negocio”, reflexionó el experto.
Por otra parte, Flores recalcó que en países vecinos como Argentina, Brasil y Uruguay, donde se producen transgénicos, los campesinos son desplazados de sus tierras por las grandes transnacionales de alimentos. “Venezuela como país que estamos en revolución tenemos de alguna manera que defender nuestro proceso, en el sentido de que los campesinos tienen derecho a sus tierras y a tener semillas naturales”, recomendó.
El investigador recordó que pese a que en el año 2004 el Gobierno Bolivariano liderado por el presidente Hugo Chávez prohibió la producción de transgénicos, el país importa alimentos provenientes de naciones vecinas donde sí se producen estos insumos.
TRANSNACIONALES RECOLECTAN SEMILLAS, ¿CON QUÉ FINES?Por su parte, el experto en medicina naturista, José Miguel Rondón, alertó que los nueve grandes países del mundo (Grupo de los 9) están recolectando las semillas que se producen en el planeta en un proyecto de investigación que se desarrolla en Groenlandia.
“Están recolectando las semillas del mundo las tienen en estudio y las tiene ahí hibernando. ¿Cuál es el objetivo de eso?, después que nosotros no podamos sembrar una mata de limón, de lechoza, de papa, porque todo está transgenizado, entonces necesitaremos comprarle a ellos las semillas y ellos dirigirán (el negocio de) las semillas en el mundo”, advirtió.
LATINOAMÉRICA NO NECESITA CONSUMIR TRANSGÉNICOSPor otra parte, Rondón, expresó que América Latina no necesita consumir alimentos transgénicos porque la región goza de una biodiversidad florística y de alimentos muy rica.
“Podemos comer de todo, porque aquí se produce de todo de manera casi natural y no necesitamos estar transformando genéticamente nuestros alimentos”, concluyó.
